miércoles, 9 de enero de 2013

Una pequeña historia de amor. Parte 1

  El amor. Aquel intangible elemento, conjunto de reacciones químicas y físicas que pueden enternecer a la mas fiera bestia o hacer soñar alegría al cabrón mas bastardo. Eso hace el amor. Es bonito, un sentimiento mas junto a la alegría, al rencor, al odio, y otras reacciones intangibles en nuestro día a día. Pero es el mas fuerte de todos ellos. Es el sentimiento entrenado, el que mas tiempo se ha pasado en el gimnasio de las emociones. Y como tal hay que ir con cuidado con el. Puede ser cruel y despiadado. Un cabrón sin escrúpulos. No tiene solo una forma de estar, el amor como tal tiende a tener desorden de la personalidad. Eso o es un gran actor.

  Voy a tratar aquí ya desde la madurez del amor. El amor que hay desde que ya se sabe lo que ello significa. Quiero tratar aquí la parte bonita del amor, que es cuando este nace. Cuando es algo nuevo. Cuando comienzas a sentir algo real, algo que va más allá de lo que creías real en cuanto a sentimientos. A cuando aquella persona entra en tu vida y lo desmorona todo. Cuando conocemos a nuestro primer gran amor o bien cuando se trata de algo serio.

  Se trata sobre el nacimiento del amor.

  Aquí estás tu. Quizás esos sentimientos ya existen. Están dentro de ti pateando latas, aburrido sin motivación  Y a ti te va todo genial. Casi sin preocupaciones, con desdén hacia el resto de personas. Crees que has sentido amor por la chica de clase con la que te besabas a escondidas, por la amiga especial de la que no te separabas y te tenia como pañuelo para llorar, incluso pensabas que era amor cuando te estabas viendo con aquella chica que conociste una noche de baile, ibas un poco bebido y ahí estaba ella. Fué tuya unas semanas o pocos meses, pero solo la veías quizás un par de veces a la semana. Erais un favor mutuo. Simple sexo, caricias y besos. Simple atracción temporal y el resto de la semana cada uno con lo suyo. Y así fue con unas tres señoritas más. Y pensabas que era amor. Que equivocado estabas, eh canalla. Lo recuerdas?

  Eso no era amor, pero lo disfrutabas. Tranquilo, muchas personas también lo confunden.

  En realidad no sabes bien cuando llega. Normalmente no estas preparado. Cuando el enano despreocupado que hay dentro tuyo se despierta, lo hace confundido, no sabe que hacer, es torpe. Es complicado. Estás sentado, junto a una chica. No es primera vez que la ves, la conoces desde hace días, semanas quizás. Está siempre sonriente. Piensas que todo le va bien, que tiene una mirada profunda y bonita. Y tu ahí sentado a su lado. No sabes bien por qué piensas en eso. Y es entonces cuando su mano pasa a rozar la tuya. Y la apartas. Ha despertado aquel canalla. Por primera vez. Apartas la mano porque no sabes que has sentido, estas confundido y se te escapa la risa nerviosa. Sigues sin saber que es lo que has sentido. Y no es primera vez que sientes el tacto de su piel, pero esta vez ha sido diferente. Algo te ha hecho apartar la mano.

  Tendrías que haberla apartado y dejarlo correr, pero no. En el fondo te ha gustado esa sensación. Confusión y alegría a la vez. Ella sigue a lo suyo, concentrada en su trabajo, pero tu, aún confundido no sabes que es lo que acaba de pasar. Algo te despista y te olvidas. Y así sigue normal tu día como ha ido hasta ahora.

  Al otro día estas casi donde mismo. Has llegado pronto. Estas esperando, poniéndote al día con compañeros y entonces aparece ella. Y que es eso que te aparece en la cara? Estas sonriendo? Parece una sonrisa natural. Es entonces cuando se te olvida hablar. Te saluda, y a ti no te sale mas que un "-Ho... hola...". A ella le hace gracia, y tu no sabes que ha sido eso. Aún esta aturdido de su primera vez despierto el enano cabrón. Va bostezando, pero está inquieto. Todo es nuevo para él.

  Te sientas y ella como siempre esta a tu lado. La miras, su sonrisa es más bonita que ayer. Su mirada tiene un tono especial. Su piel frágil, te da miedo siquiera acercarte y lastimarla con el roce de tu piel. Ella te sorprende mirándola y es entonces cuando el teclado del ordenador se vuelve muy interesante para mirar letra por letra. Piensas ""Mierda!", pero la vuelves a mirar. Ella está concentrada en el trabajo, y tu tímidamente concentrado en ella. Donde está ese cabrón sin sentimientos? Aquel cabrón que a veces estaba enredado en trifulcas, liado a puñetazos con otros individuos sin quizás saber el motivo? Aquel cabrón no está aquí. Porque está ella. La crees demasiado delicada como para que vea a aquel cabrón que eres. Y ella vuelve a sorprenderte mirándola. Mierda!

  Con excusa de un trabajo consigues su número. Has sentido su voz cientos de veces, pero ahora es diferente. Es cada vez mas dulce. Piensas en como coño te pasan esas cursilerías por la cabeza. Lo piensas inconscientemente. Y es la verdad, no lo piensas tu, sino aquel cabrón que ha despertado hace poco, que está moviendo los hilos, gestando algo dentro de ti. Tienes tus dudas de si en realidad hay algo en tu interior que está intentando crear sentimientos hacia ella, pero sigues mintiéndote y descartándolo. Pero su voz sigue sonando cada vez mas dulce. Llegas a casa y todo el mundo gira como hasta ahora, pero tienes su número. Le mandas un mensaje? Que haces? La llamas? Mejor otro día.

-Continuará...-

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